Carta a mi madre.

sábado, mayo 10, 2014

Con frecuencia he escuchado que el título de madre no cualquiera lo puede portar. No basta con dar a luz, si quieres ser llamada madre lo tienes que ganar. A diferencia de una licenciatura este título no es cuestión de unos cuantos años sino de una vida eterna.

Por qué digo eterna y no entera… simple, la relación madre-hijo es tan fuerte, que ni el espacio, ni el tiempo pueden separar. No importa que no estén más sobre la tierra, siempre existirá un hijo y siempre existirá una madre.

Una relación tan hermosa, que hasta el mismo Dios al hacerse hombre quiso tener.

No sé cuántas mujeres hayan dado a luz, que no merezcan el título de madre. Pero sé que la mujer que me ha dado la vida, es la muestra viviente de lo que debe ser una.

Vestida de pureza y llena de bondad. Respetable como la montaña, cuando el mal clima azota no se deja turbar. Cálida como el sol nos abraza con su alegría.

Podría seguir comparando sus virtudes con una infinidad de maravillas, pero solo me quedaría corta. Ya que esas son solo cosas terrenas, y aún no se han creado las palabras para expresar algo que es fuera de este mundo.


Gracias mamá, por darme un amor que cruza los límites del cielo.

You Might Also Like

0 comentarios