Si las palabras aún no me duelen pronunciar, diré que me acuerdo de aquella vez que me hablaron de extrañar. No era un término desconocido para mÃ, pero mi compresión sobre él, al parecer era nula. Escuché atentamente, asintiendo con la cabeza para permanecer presente. Pero me ausente y la palabra me atrapó. En mis pretensiones la vida me habÃa descubierto. Me desenvolvió dejándome al desnudo junto con mi corazón expuesto al aire crudo. SentÃa por primera vez el peso de mi alma caer sobre mÃ. Si la tuve antes o no, se convertirÃa en un enigma. Pero ahora estaba viva y me quitaba lo poco que quedaba de la mÃa.
Yo no sabÃa que era tener un alma hasta que cayó sobre mi debilitado ser. Al igual que no sabÃa lo que era sufrir hasta que te vi partir.
Por distintos lares, entre las esquinas de las calles, se escucha en murmullo, que lo más doloroso fue el momento de tu abandono. Me rÃo, mi carcajada en estruendo rebota hacia el callejón. La piel de los gatos se eriza y un pequeño niño llora siguiendo la pauta de la locura que me domina.
Si en verdad lo más doloroso es la partida y el adiós fuera la última despedida…yo no seguirÃa con vida. En ese instante de cortesÃas todo terminarÃa y mi corazón ya no palpitarÃa. Mis heridas se abrirÃan y me desangrarÃa. Pero la agonÃa no es tan sencilla.
Si la vida es complicada es porque la muerte le ha enseñado a ser malvada. Pareciera que entre ellas no existe punto medio. Y por eso se han encargado de darle un nuevo valor al sufrimiento. TenÃan que crear algo para que las hiciéramos sentir presentes. En un mundo en el que se vive como si no hubiera un mañana. Las hemos olvidado y se han molestado, pero de brazos cruzados no se han quedado. Lo han creado y nos lo han manifestado.
TendrÃa que decir que en carne propia cargo este sufrimiento, pero me han arrancado todo dejándome sin nada más que mis suspiros, para quitármelos en un momento de injusticia.
No las justifico, pero las he comprendido. Quizás sea que el dolor no me deja pensar, o tal vez sea el único momento en que me he puesto a meditar.
Nunca las habÃa tenido más presentes. Creà darme cuenta de estar viva cuando comencé a quererte, pero eso es un pensamiento inexacto. Nunca me habÃa sentido más viva, carente de éxtasis es que te lo digo. Puesto que desde que empecé a recordarte, este dolor punzante, me recuerda que la vida es algo más que extrañarte.
Photo by me
Photo by me