Me duele no es una palabra suficiente para describir lo que siento con la situación actual de nuestro mundo. Los actos de terrorismo y guerra que suenan en las noticias destrozan mi corazón poco a poco. Y me pesa de la misma forma las muertas que no son conocidas. Me destroza que hagamos distinciones entre razas, religiones, sexos, porque antes de todo eso somos seres humanos. Entre más nombres y divisiones les pongamos a las cosas más nos alejamos del sentir de nuestros hermanos. No murieron 22 hombres negros, ni treinta niños islámicos, o asesinaron a 3 mujeres blancas. Murieron humanos, humanos. Me encantarÃa repetir las veces que sea posible la palabra hasta que se siembre en nuestro inconsciente colectivo, porque hemos olvidado el ser humanos, hemos arrojado nuestra humanidad por la calle, permitiendo que todas estas atrocidades la pisoteen.
Se que muchas personas en estos momentos tienen un fuego en sus corazones, que los consume con unas ganas terribles por ir a salvar al mundo. Otras quizás sólo están aterrados, por las grandes cosas que tendrÃan que hacer. Pero hay pequeños grandes cambios que podemos llevar a cabo. Que por más loco que suene van a crear un gran impacto en el mundo. No es tan complicado como uno puede estar pensado y es simplemente amar al del lado. Tener una mano, un oÃdo para la persona más cercana. Y sà llevar agua a las comunidades que no tienen, entre otras cosas, es muy necesario. Pero no todos tenemos la oportunidad de hacerlo ya sea por falta de recursos, de tiempo u otros motivos. Pero todos podemos dar un pedacito de nuestro corazón a alguien. Una vez escuche que los monstruos simplemente son soñadores con corazones rotos.
Ya nos dimos cuenta que el mundo no está funcionando de la manera correcta. Si ya lo identificamos, me pregunto, ¿por qué no tratar de una nueva manera? Por qué no en lugar de miedo ponemos comprensión y en lugar de odio amor. Al punto al que hemos llegado no creo que tengamos nada que perder. ¿Por qué no intentarlo?
